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Taxis y Remises de San Juan dejarían de prestar servicio nocturno
En las últimas horas de este viernes, tres delincuentes se subieron al auto de una taxista para robarle el vehículo. Tras una maniobra heroica de sus colegas a la mujer no le pasó nada. Pero horas después, le rompieron el parabrisas a otro trabajador con el mismo objetivo. Tampoco lo consiguieron gracias a las maniobras del conductor.
Según relatan desde el Sindicato de Conductores de Taxi, esas escenas se han estado repitiendo en las últimas semanas y esto ha acarreado miedo y altos costos entre los choferes que deben abonar alrededor de $15.000 por cada parabrisas roto.
Por ello decidieron tomar la medida de cese de la actividad en horarios nocturnos. «Si no encontramos una solución, desde este martes vamos a dejar de prestar servicio a partir de las 20.00 horas. Ya hay muchas empresas que nos han manifestado que se van a añadir. Es nuestra forma de pedir seguridad y de mostrar la importancia de nuestro servicio, sobre todo para la gente que quiere salir a tomar algo, a juntarse con amigos y volver tranquilo a su casa«, manifestó Walter Ferreri, desde el Sindicato de Conductores de Taxi a Diario La Provincia.
Seguridad por mano propia
Según manifestó el sindicalista, por noche realizan varios de estos «rescates» como el que realizaron con esta mujer el viernes y ya tienen aceitada una táctica.
«Cuando vemos que alguien necesita ayuda, no importa si yo estoy en Zonda y lo están asaltando en Caucete, yo parto hacia allá, porque uno nunca sabe cuánto puede durar el atraco. A veces los pasean por todos lados e incluso los llevan encañonados. Para nosotros es una gran emergencia. Nuestro método es igual al de las películas. Los pasamos dos o tres móviles, los que sean los necesarios para ocupar todos los carriles. Le impedimos el paso, por más que le haya quitado el taxi o que el delincuente lo esté apurando, cuando les piden retroceder se dan cuenta de que tampoco pueden porque tienen otros tres por atrás».
Si eso no funciona, también lo rodean por los costados. «Otra de las maniobras es ponernos a la par por el lado del acompañante casi chocándolo e impidiendo que abran las puertas y escapen los delincuentes. A veces, dependiendo del espacio, también lo sobrepasamos por la izquierda tapando la puerta trasera, pero dejando que el conductor (la víctima) pueda salir del auto», aportó Ferreri.
Si todo esto no tiene sus frutos, incluso llegan a utilizar una técnica de impacto. «Si el chofer ya va herido y tenemos miedo de que lo maten lo hacemos desbarrancar. Tocamos el auto en el paragolpe del lado del acompañante. Con un golpe fuerte, contundente, y una frenada, el auto empieza a hacer trompo. Es increíble a lo que estamos llegando».
Todas estas maniobras son producto de la práctica que día a día van adquiriendo con tantos pedidos de auxilios. «Llegamos a tener que hacerlo tres veces por noche, desde hace unos días venimos con uno por noche. Pero logramos diluir entre 5 y 6 diarios. Queremos llegar al 100% así que estamos evaluando ingresar una medida judicial», sentenció el hombre.
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