Algunos minutos después de las nueve de este miércoles un nutrido grupo de docentes que se identifican como «autoconvocados», ya que no responden a ninguna estructura gremial, salieron a manifestarse en inmediaciones del Centro Cívico. Salieron a la cale un día antes de una nueva reunión paritaria, reclaman por un urgente incremento salarial.
Durante el fin de semana circuló en las redes un mensaje en el que convocaban a «los docentes a la calle». En la convocatoria destacaron que la manifestación se realizaba un día antes de una nueva reunión paritaria que está convocada para este jueves.
Los trabajadores aseguraron que ellos tienen conocimiento de que las autoridades están dispuestos a pagar un 30% de aumento salarial en seis cuotas y aseguraron que no están de acuerdo con esta propuesta, por eso salieron a la calle para hacer visible su disconformidad.
Tras la concentración pasadas las 9 de la mañana, los trabajadores, que llevaban carteles pidieron por un «sueldo digno» y una gran bandera nacional, se armaron en una gran columna que salió recorrer las calles que rodean el Centro Cívico. Después de marchar por las arterias cercanas a este edificio público, los manifestantes se desconcentran.
De forma paralela ya anunciaron que se volverán a manifestar en el Cívico este jueves para hacer una vigilia y seguir de cerca el segundo encuentro de la paritaria docente de la que participarán los tres gremios que representan a los educadores y las ministras de Hacienda y Educación.
Mientras las partes se preparan para avanzar en las negociaciones paritarias, durante el fin de semana que pasó surgió la duda sobre que base salarial se tomará para aplicar los incrementos de sueldo que se vienen.
destacada
Jornada Institucional en San Juan: un día sin clases para mejorar la educación

El próximo martes, los alumnos de todos los niveles y modalidades del sistema educativo de San Juan no tendrán clases, ya que los docentes participarán en una Jornada Institucional del programa «Comprendo y Aprendo», enfocada en mejorar las habilidades de lectura, comprensión y escritura en la materia Lengua.
La implementación de este programa se da después de conocerse los datos de las pruebas Aprender, que mostraron falencias en la materia Lengua. El programa busca abordar estas debilidades y mejorar la calidad educativa en la provincia.
La decisión de suspender las clases el próximo martes para llevar adelante estas actividades es un paso importante para mejorar la educación. La capacitación de los docentes en el programa «Comprendo y Aprendo» puede ser una herramienta valiosa para comprender y mejorar las habilidades de los estudiantes.
destacada
Segundo día de paro docente en las universidades del país

Los docentes universitarios continúan su plan de acción gremial en reclamo de la inmediata apertura de la paritaria salarial, clausurada por el gobierno nacional desde octubre de 2024. La medida de fuerza se da en un contexto de atraso salarial y alta inflación que afecta directamente el poder adquisitivo de los educadores.
La segunda jornada de paro en las universidades nacionales se desarrolla de manera contundente, con movilizaciones y clases públicas que visibilizan la crisis que atraviesan las instituciones educativas. Los docentes universitarios, nucleados en CONADU y CONADU Histórica, reclaman un aumento salarial que les permita recuperar el poder adquisitivo perdido debido a la creciente inflación.
La situación es alarmante, ya que los salarios docentes han sufrido un deterioro significativo desde la asunción del gobierno actual. Según datos oficiales, la inflación acumulada desde diciembre de 2023 supera el 197%, mientras que la actualización salarial para los docentes universitarios fue del 68% al 86%, según el cargo. Esto ha generado una brecha salarial importante que afecta directamente la economía de los educadores.
La lucha docente no es solo un reclamo salarial, sino también una defensa de la universidad pública y la educación como derecho fundamental. Los docentes universitarios no solo enseñan, sino que también investigan y producen conocimiento que beneficia a la sociedad en su conjunto. Sin embargo, la falta de inversión en educación y la precarización de las condiciones laborales de los docentes ponen en riesgo la calidad de la educación y la producción científica.
destacada
El Papa Francisco y los trabajadores: Un legado de justicia y solidaridad

Desde su entronización en 2013, Jorge Mario Bergoglio –ese cura villero que llegó a ser Francisco, el primer Papa latinoamericano– demostró una empatía visceral por los postergados del mundo. Pero más allá de gestos simbólicos y frases de ocasión, su compromiso con los trabajadores no fue superficial ni oportunista: fue una toma de partido concreta, sostenida y argumentada, que lo convirtió en una figura incómoda para los poderes económicos globales y en un faro para sindicatos, movimientos populares y militantes de la justicia social.
Francisco no solo legitimó la lucha sindical: la reivindicó como misión ética. “No hay trabajadores libres sin sindicato”, afirmaba con contundencia, dejando al desnudo las falacias de quienes, desde modelos tecnocráticos o lógicas empresariales voraces, intentan diluir los lazos de solidaridad obrera en nombre de una supuesta modernización.
Lejos de una mirada corporativista o autocomplaciente, su visión del sindicalismo siempre fue dialógica y crítica. Supo advertir –como lo hizo en su célebre carta de 2017– sobre los peligros del “individualismo colectivista”: aquella trampa en la que algunas organizaciones caen al defender solo a los propios, sin abrazar la causa de los excluidos. Para Francisco, la justicia social no era patrimonio de una clase sino una ética transversal que debía abarcar a todos los marginados del sistema.
Una voz del Vaticano que no bajaba línea: tejía comunidad
A diferencia de otros pontificados más volcados al ceremonial o a la doctrina, Francisco se propuso entretejer un relato profundamente humanista en torno al trabajo. Lo entendía no solo como medio de subsistencia, sino como una práctica que estructura vínculos, forja identidad y edifica ciudadanía. Así lo expresó ante miles de delegados sindicales en Italia, donde reivindicó la centralidad del trabajo como motor de democracia real, aquella que nace de las fábricas, los campos, las aulas y las oficinas, no de las élites ni de los escritorios ministeriales.
Ese mensaje también resonó fuerte en la Argentina, donde la CGT y otras organizaciones sindicales encontraron en Francisco una suerte de escudo moral en tiempos de precarización, flexibilización y discursos antiobreros. Su recepción de comitivas gremiales en el Vaticano –como aquella de septiembre del año pasado– no fue un simple acto protocolar: fue un respaldo político y espiritual. En cada encuentro, se tejía una alianza entre fe, conciencia de clase y construcción de comunidad.
Legado y desafío: entre la mística obrera y la ética del cuidado
La muerte del Papa Francisco deja una herencia densa. No se trata de una serie de citas inspiradoras, sino de una praxis pastoral y política que interpela tanto a la Iglesia como al mundo del trabajo. Su insistencia en formar a los trabajadores, en promover la fraternidad entre ellos, en oponerse a la lógica de descarte propia del capitalismo neoliberal, abre un horizonte que va más allá de su figura.
En su encíclica Laudato si’, denunció con lucidez la tecnocracia deshumanizante que transforma a las personas en engranajes descartables. “Renunciar a invertir en las personas para obtener un mayor beneficio inmediato es un mal negocio para la sociedad”, advirtió. Hoy esa frase resuena como testamento y como advertencia.
El desafío para los sindicatos y para los trabajadores es doble: honrar su legado sin convertirlo en un fetiche, y retomar su llamado a una solidaridad que trascienda las fronteras de lo gremial para abrazar a los nadies del mundo. Francisco supo que el trabajo dignifica cuando no aliena, cuando no explota, cuando no aplasta la subjetividad. Su mensaje final no fue un dogma, sino una hoja de ruta: “Hagan justicia juntos, pero en solidaridad con todos los marginados”.
Francisco no fue un pontífice de fórmulas conservadoras ni de discursos vacíos. Fue, sobre todo, un militante de la justicia social desde el Evangelio, un defensor del trabajo como acto de amor al prójimo y de afirmación personal. Su vínculo con el sindicalismo argentino no se limitó a la retórica: fue compañía real, abrazo en la lucha, voz de aliento en la adversidad.
En tiempos donde el mercado intenta suplantar a la política y la ganancia busca eclipsar la dignidad, su palabra adquiere aún más valor. La figura del “Papa de los trabajadores” trasciende su muerte. Su legado queda sembrado como semilla en el surco del mundo obrero. Será tarea de los vivos –sindicatos, movimientos populares, comunidades de fe– recoger esa semilla y hacerla crecer. Porque como él bien supo, sin justicia social no hay paz posible. Y sin trabajo digno, no hay humanidad.
-
Gremioshace 6 años
Musimundo Tucuman le debe salario a 70 empleados
-
Gremioshace 5 años
Dieron a conocer el calendario de pagos anual de sueldos para estatales sanjuaninos
-
Gremioshace 6 años
Operarios tomaron la fábrica de bombuchas y preservativo el camaleón
-
Generalhace 6 años
Juan Carlos Schmid: «el sindicalismo no se quedará quieto si detienen a Pablo Moyano·».
-
Gremioshace 5 años
Bagley suspende a trabajadores de su planta en Córdoba
-
Localeshace 4 años
Detectan varios casos de trabajo esclavo en San Juan
-
Gremioshace 6 años
Trabajadores de laindustriadel calzado comenzaron a cobrar el bono
-
Generalhace 4 años
Mas de 300.000 niños fueron víctimas de la explotación laboral