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En septiembre una familia necesitó $ 1.514.000 para cubrir sus necesidades
Desde la Junta Interna de ATE-Indec, los trabajadores y trabajadoras que realizan las estadísticas nacionales difundieron el número actualizado sobre la pregunta: ¿Cuál debería ser nuestro salario como mínimo? A pesar de la baja de la inflación, el golpe de los últimos meses es brutal y aumenta la pobreza entre ocupados y desocupados.
“La falta de compensación por la perdida del poder de nuestro ingreso y de una discusión paritaria sin techo, por parte del gobierno, hace caer el peso del ajuste de este gobierno sobre la clase trabajadora (formal o informal, activos o jubilados) que ya ha planteado que utilizara la motosierra y la licuadora para lograr el déficit cero y bajar la inflación inclusive enviando a la mayoría de la sociedad bajo la línea de pobreza”. Así comienza el nuevo informe presentado por la Junta Interna de ATE-Indec, o sea realizada por quienes construyen las estadísticas nacionales.
Según los datos, un trabajador o trabajadora necesitó, en septiembre, 1.514.208 de pesos para satisfacer las necesidades mínimas de un hogar constituido por una pareja mayor de 30 años con dos hijxs en edad escolar. ¿Cómo se llega a ese número? $ 516.267 necesarios para adquirir una Canasta Alimentaria Mínima y $ 952.722 para acceder a otros bienes y servicios básicos.
Los trabajadores señalaron que “frente al 3,5% de variación del IPC, seguimos sosteniendo que el gobierno no tiene nada que festejar. Por el contrario, la caída del consumo de la sociedad es producto del declive del poder de compra de nuestros ingresos y de que, debido a esto, gran parte de la población se encuentra por debajo la línea de la pobreza. Lo cual nos interpela y debería poner en alerta a quienes hoy conducen los gremios y las centrales obreras”.
Los trabajadares aceiteros vienen de lograr un salario básico de 1.560.000 de pesos, tras una huelga de una semana que paralizó el complejo agroexportador. Hay que avanzar en la coordinación de los sectores en lucha por salario y contra los despidos, exigiendo a las centrales y sindicatos un plan de lucha hasta desturir la motosierra y la licuadora.