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Gendarmes en pie de guerra: El aumento del 5% es una burla

La medida del gobierno de otorgar un aumento salarial del 5% a las fuerzas de seguridad ha generado más malestar que alivio entre los gendarmes. La indignación es palpable, y los efectivos no dudan en expresar su descontento: «Es una vergüenza, una falta de respeto».

La situación es crítica. Los gendarmes rasos llevan semanas reclamando mejoras salariales, ya que sus ingresos no superan los 600 mil pesos en muchos casos, lo que no les permite cubrir los altos costos de alquiler y transporte. «No podemos seguir así, muchos compañeros están pidiendo la baja porque el sueldo no alcanza», comenta un integrante de la fuerza.

El anuncio de Patricia Bullrich, ministra de Seguridad, no ha calmado los ánimos. Los gendarmes consideran que el aumento es insuficiente y no resuelve la crisis salarial que enfrentan. «Se ríe de nosotros», «5% no será mucho», «no alcanza ni para cargar la SUBE», son algunos de los comentarios que circulan en los grupos de mensajería internos.

La protesta no se limita a las palabras. Se han organizado convocatorias en distintas ciudades, y el próximo lunes habrá manifestaciones en el Edificio Centinela y en el Monumento a la Bandera en Rosario. Para evitar represalias, los que se movilizan son familiares de los efectivos.

El reclamo más fuerte es el uso político de la fuerza. «Nos usan como brazo ejecutor para reprimir y después nos pagan miseria», denuncia un gendarme. Otro es más duro: «Primero despiden miles de trabajadores del Estado y después nos mandan a reprimir jubilados que piden aumento y medicamentos».

El Ministerio de Seguridad defiende el incremento, asegurando que es superior al otorgado a otros estatales. Sin embargo, para los efectivos, el ajuste es insuficiente. «Nos piden sacrificio, pero nos pagan miseria. Ya no se aguanta más», sentencia un efectivo.

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