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Crisis salarial y movilización docente: La visión de Daniel Quiroga de AMET
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Durante su intervención en el segmento «Mundo Laboral San Juan», Daniel Quiroga, representante de AMET, abordó con claridad y convicción la situación actual que atraviesa el sector educativo. Con una actitud positiva, a pesar de las adversidades, destacó que el compromiso y el trabajo constante se mantienen a pesar de las tensiones generadas por una medida de fuerza anunciada recientemente.
Quiroga explicó que la convocatoria al paro nacional, prevista desde hace tiempo, responde a la inacción del Ministerio de Desarrollo Humano y de la Secretaría de Educación para establecer paritarias que fijen un salario mínimo digno para toda la docencia del país. Según sus palabras, la ausencia de un acuerdo que contemple las necesidades reales del gremio ha obligado a los docentes a asumir las consecuencias de políticas salariales deficientes, en un contexto marcado por una fuerte inflación y una depreciación considerable de la moneda.
El dirigente enfatizó que el sector educativo enfrenta una crisis salarial en la que los trabajadores terminan pagando los platos rotos, sufriendo el impacto de recortes y la falta de incrementos. En este escenario, AMET convoca a medidas de fuerza en dos fechas clave, el 24 de febrero y el 5 marzo, con el objetivo de unificar la movilización a nivel nacional y generar la presión necesaria para reabrir el diálogo. La incertidumbre sobre si el paro del 5 del mes entrante se realizará con movilización masiva o de forma parcial se definirá en función de los resultados de las próximas reuniones internas.
En cuanto a las negociaciones recientes con las autoridades del gobierno provincial, Quiroga denunció un estancamiento debido a la inflexibilidad gubernamental, lo que impidió alcanzar un acuerdo salarial que resultara convincente tanto para los afiliados como para la comunidad docente en general. Según sus declaraciones, la falta de flexibilidad y la renuencia al diálogo no solo agravan la crisis, sino que también amenazan con intensificar los problemas a largo plazo, afectando directamente la calidad de la educación y, en última instancia, perjudicando a los niños.
En síntesis, las palabras de Daniel Quiroga reflejan un escenario de tensión y desafío, en el que el sector educativo se ve obligado a recurrir a medidas de fuerza para lograr el reconocimiento y la mejora de sus condiciones laborales. La lucha por sueldos justo se presenta como un elemento crucial para garantizar no solo el bienestar de los docentes, sino también para asegurar una educación de calidad que beneficie a toda la sociedad. La expectativa es que, a través del diálogo y la movilización coordinada, se pueda alcanzar un acuerdo que responda a las necesidades de todos los involucrados y permita avanzar hacia un entorno laboral más equitativo y sostenible.