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La CGT enciende las alarmas ante el anuncio de Milei de avanzar en la reforma laboral

La reciente propuesta del presidente Javier Milei de profundizar la reforma laboral suscitó una reacción inmediata en la Confederación General del Trabajo (CGT). Este anuncio encendió las alarmas dentro del sindicalismo, que ve en las modificaciones planteadas un riesgo para los derechos laborales de los trabajadores. Gerardo Martínez, secretario de Relaciones Internacionales de la CGT y líder de la UOCRA, expresó una preocupación palpable, enfatizando que, aunque aún no haya detalles oficiales sobre el alcance de la reforma, cualquier proyecto legislativo que se presente no debe vulnerar los derechos fundamentales que los trabajadores han conquistado a lo largo de las décadas.
Martínez subrayó que la CGT está dispuesta al diálogo y la negociación sobre la modernización de las condiciones laborales, pero siempre que no implique un retroceso en los derechos adquiridos. En sus palabras, «ni un paso atrás» no es solo una consigna sino una defensa firme de lo logrado por el sindicalismo argentino, que ha sido clave para garantizar una movilidad social y un desarrollo equitativo entre los trabajadores del país.
El foco de la inquietud se encuentra en el proyecto de Ley de Promoción de Inversiones y Empleo, presentado por la diputada Romina Diez, del bloque La Libertad Avanza. Este proyecto propone varias modificaciones a la Ley de Contrato de Trabajo que, según la CGT, flexibilizarían las condiciones laborales, dejando a los trabajadores en una situación de vulnerabilidad. Uno de los puntos más controversiales es la posibilidad de que los empleadores introduzcan cambios unilaterales en las tareas y modalidades laborales, lo que permitiría a los trabajadores optar por considerarse despedidos y reclamar una indemnización. Además, se destacan otras modificaciones que afectan la organización del tiempo laboral, como la flexibilización de las vacaciones, la reducción de los descansos entre jornadas y la limitación de las licencias por enfermedad, lo cual es percibido por la central sindical como un retroceso en las condiciones laborales.
Por otro lado, otro proyecto que generó alerta en los gremios es el de la Ley de Democracia Sindical, impulsado por legisladores de la UCR y del PRO. Este proyecto pretende introducir cambios significativos en el ámbito sindical, tales como la eliminación de la reelección indefinida de los dirigentes gremiales, la prohibición de la cuota solidaria que sostiene a la «caja sindical», la obligación de presentar declaraciones juradas y medidas para democratizar las obras sociales. A pesar de que este proyecto perdió estado parlamentario, sus impulsores planean volver a presentarlo en el futuro cercano, confiando en que podría contar con el respaldo necesario de los legisladores de La Libertad Avanza.
Aunque la CGT considera que estos proyectos tienen pocas posibilidades de prosperar en el corto plazo debido a la falta de consenso parlamentario, no ocultan su preocupación sobre el futuro. En particular, temen que si Milei obtiene un triunfo contundente en las elecciones legislativas de 2026, podría contar con el respaldo suficiente para llevar adelante estas reformas, lo que representaría una amenaza significativa para la influencia del poder sindical en el país.
En este contexto, la CGT mantiene su firme compromiso con la defensa de los derechos laborales, instando a un diálogo social que permita abordar de manera consensuada los desafíos que presenta el mundo laboral. Según Martínez, los trabajadores apelan al diálogo como la «llave maestra de democracia», que les permitirá construir una Argentina más justa, productiva y desarrollada. Esta postura refleja la disposición del sindicalismo a colaborar con el gobierno en la creación de un entorno laboral moderno y competitivo, pero siempre dentro de un marco de respeto a los derechos fundamentales de los trabajadores.
Este debate pone de manifiesto la tensión existente entre las necesidades de modernización del mercado laboral y la protección de los derechos laborales adquiridos a lo largo de la historia, una cuestión que seguirá siendo un tema central en la política argentina en los próximos años.