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Se retomó la actividad en los puertos de Gran Rosario y Bahía Blanca, por un valor de 2.000 millones de dólares

Decenas de barcos cargueros ingresaron desde las primeras horas de este miércoles a los puertos del Gran Rosario y Bahía Blanca para realizar operaciones de carga y descarga tras la resolución del conflicto laboral que paralizó los muelles exportadores a lo largo de las últimas tres semanas. Según estimaciones del sector cerealero, hasta las últimas horas de ayer 173 barcos aguardaban cargar cerca de 4,7 millones de toneladas de granos, aceite y harina de soja, por un valor de US$ 2.000 millones. Se estima que en los días de paro el sector perdió unos 1.500 millones de dólares que, después de determinados cálculos, se verán cuántos se recuperan.

En los puertos del Gran Rosario 162 buques esperaban acceder al tramo que va desde recalada hasta las terminales portuarias ubicadas sobre el río Paraná, informó la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) en base al estado de los barcos publicado por la agencia marítima Nabsa al 28 de diciembre pasado.

De los 162 buques, “17 estaban ya amarrados en puerto, 38 en ruta a las terminales portuarias y 107 en recalada”, precisó el informe, que estimó, «deben cargar 3,4 millones de toneladas de diferentes productos agroindustriales por un valor aproximado de US$ 1.458 millones”, amplió.

En tanto, en el puerto de Bahía Blanca, ocho buques permanecían en fondeadero mientras otros tres se encontraban en distintas terminales para comenzar con las operaciones de carga de malta y maíz, tras el levantamiento del paro de los gremios agroexportadores.

«En la terminal de ADM se encuentra el buque Paraná Warrior de bandera de Liberia para la carga de 19.000 toneladas de malta con destino a Brasil, en Cargill el Sea Hermes de bandera de Islas Marschall para carga de 26.400 toneladas de maíz a Arabia Saudita y en Dreyfus el Yasa Unity de bandera Islas Marschall para cargar 20.000 toneladas de maíz con destino a Vietnam», señaló el informe del área de operaciones del Consorcio de Gestión de Puerto.

Otros ocho buques se encuentran en fondeadero a la espera de poder cargar trigo, maíz y malta, como así también en la descarga de crudo, entre otros. En el puerto de Bahía Blanca, según un informe de la Bolsa de Cereales local, entre el 9 y el 24 de diciembre, la carga de buques cayó 75% con respecto a las realizadas en el mismo período del año anterior, al embarcarse sólo 125.401 toneladas.


En el caso del puerto de Quequén, su gerente general Oscar Morán, aseguró que «no hubo problemas ni demoras en las exportaciones o movimiento en el puerto a raíz del conflicto aceitero». Y añadió: «Si bien hemos tenido un noviembre y diciembre escaso en exportaciones de granos, no se debió al conflicto aceitero sino que estuvo relacionado a la comercialización».

Los gremios y la Cámara de la Industria Aceitera (Ciara) acordaron esta madrugada en la cartera laboral, bajo la supervisión del ministro Claudio Moroni, un aumento salarial adicional para 2020 y el pago de una gratificación y de un bono en cuotas. Luego de 12 horas de negociaciones, sindicalistas y empresarios acordaron una salida al grave conflicto, que mantuvo paralizados todos los puertos granarios durante 21 días y repercutió en los precios internacionales.

En un documento, Ciara sostuvo que privilegió «la paz social a partir de las consecuencias económicas para la industria, la comunidad, los propios trabajadores y la Nación», e instó al «trabajo mancomunado y sin conflictos». Para la entidad, «ello evitará una importante merma de competitividad, con penalizaciones por incumplimientos y pérdida de mercados, como también exportaciones con menor valor agregado nacional».

La protesta afectó las operaciones en las fábricas aceiteras y terminales portuarias localizadas en Quequén, Bahía Blanca, San Lorenzo, Puerto General San Martín, Arroyo Seco, Rosario, General Lagos, Villa Constitución, Zarate, San Nicolás, Ramallo y Timbúes.

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La Federación de la carne rechazó la propuesta de aumento salarial del 4%

La Federación de la Industria de la Carne rechazó una propuesta de recomposición salarial del 4% para abril, argumentando que la devaluación del salario tras la liberación del cepo cambiario hace que el aumento sea insuficiente. El gremio conducido por Alberto Fantini consideró que la oferta es incompatible con la nueva realidad económica.

La reunión privada celebrada el 15 de abril entre la Federación de la Industria de la Carne y el Centro de Empresas Procesadoras Avícolas –CEPA- no llegó a un acuerdo sobre la recomposición salarial para abril. El ofrecimiento de un aumento del 4% fue considerado insuficiente por el gremio, que argumentó que la devaluación del salario tras la liberación del cepo hace que el aumento no sea suficiente para cubrir las necesidades de los trabajadores.

La crítica sindical se da en un contexto de cambios abruptos en la política cambiaria del país. Tras el acuerdo con el FMI y la liberación del cepo cambiario, el Gobierno implementó un nuevo régimen de tipo de cambio flotante, que llevó el dólar oficial a oscilar alrededor de los 1.230 pesos, provocando una devaluación del 12% en un solo día. Esta medida, aunque celebrada por algunos sectores empresarios, encareció fuertemente el costo de vida para los trabajadores.

El rechazo a la oferta de recomposición salarial por parte de la Federación de la Carne puede tener consecuencias importantes para los empleados del sector. Si no se llega a un acuerdo, es posible que se produzcan conflictos laborales y paros en las plantas procesadoras de carne. Además, la devaluación del salario puede tener un impacto negativo en la economía en general, ya que los trabajadores tendrán menos poder adquisitivo y podrán consumir menos bienes y servicios.

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La UOM San Juan: La lucha por un salario justo continúa

Durante el Congreso Nacional de Delegados en Mar del Plata, representantes de la Unión Obrera Metalúrgica reclamaron una actualización salarial pendiente, al tiempo que advirtieron sobre posibles medidas de fuerza si no se alcanza un acuerdo justo. Martín Solazzo, secretario general de la seccional San Juan, detalló los principales ejes del encuentro y la difícil coyuntura del sector.

En diálogo con Mundo Laboral SJ, Martín Solazzo, secretario general de la UOM San Juan, brindó precisiones sobre lo debatido en el Congreso Nacional de Delegados llevado a cabo en Mar del Plata, donde participaron representantes de distintas seccionales del país. Uno de los puntos centrales fue la falta de cumplimiento de la cláusula de revisión salarial correspondiente al último acuerdo paritario, que comprendía el período de noviembre a marzo.

Solazzo explicó que el compromiso firmado establecía una revisión a fines de marzo para evaluar si los incrementos pactados acompañaban la evolución del Índice de Precios al Consumidor (IPC). “Eso no ocurrió”, remarcó. Por esta razón, desde la conducción nacional del gremio se planteó la necesidad urgente de aplicar un 5% adicional a la base de cálculo de marzo, como condición para iniciar negociaciones de cara al período abril 2025 – marzo 2026.

El Ministerio de Trabajo y la postura empresarial

Si bien el planteo sindical fue recibido sin resistencia por parte del sector empresarial, el aval definitivo depende de la respuesta de la Secretaría de Trabajo, que se comprometió a evaluar el pedido. La confirmación del índice de inflación de marzo —esperada para los últimos días del congreso— fue clave para respaldar el reclamo de recomposición.

El 29 de abril se celebrará una nueva audiencia entre la UOM y las cámaras empresariales, donde se espera que se formalice el reconocimiento de ese 5% extra. “Ese es el piso mínimo con el que estamos dispuestos a empezar la discusión futura”, advirtió Solazzo, asegurando que el reclamo no es ni desmedido ni fuera de contexto.

Plan de lucha en preparación

Durante el congreso, también se aprobó un plan de acción progresivo ante una posible falta de acuerdo. Según detalló el dirigente sanjuanino, se contempla el inicio de medidas de fuerza escalonadas: paros de 24, 48 y hasta 72 horas, en caso de que las negociaciones no prosperen.

En paralelo, ya comenzaron las asambleas informativas en fábricas y talleres para preparar a los trabajadores y mantenerlos al tanto del avance de las gestiones. “Estamos pidiendo algo completamente razonable. Solo exigimos que se cumpla lo que ya estaba pactado”, insistió.

El impacto de las importaciones y la pérdida de empleo

Más allá del conflicto salarial, Solazzo advirtió sobre un escenario aún más preocupante: la apertura irrestricta de importaciones, que está golpeando de lleno a la industria nacional. “Nos afecta profundamente, especialmente a un sector tan productivo como el nuestro. Ya se han perdido miles de puestos de trabajo, y muchos más están en peligro”, señaló.

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Crisis salarial en las universidades: La CONADU Histórica lanza un paro nacional de 48 Horas

En un contexto de profunda crisis salarial y desfinanciamiento de la educación superior, la CONADU Histórica convocó a un paro nacional universitario de 48 horas para el 23 de abril. La medida de fuerza busca visibilizar la grave situación de los docentes universitarios y exigir respuestas concretas del Gobierno nacional.

La crisis salarial en las universidades nacionales argentinas ha alcanzado un punto crítico. Desde la asunción de Javier Milei en diciembre de 2023, la inflación acumulada asciende a un 197%, mientras que los salarios docentes apenas fueron actualizados en un 68% a 86%, dependiendo del cargo. Esta disparidad ha generado un deterioro sostenido en el poder adquisitivo de los docentes y no docentes universitarios, afectando directamente sus condiciones de vida.

La paritaria salarial universitaria permanece cerrada y sin avances concretos, lo que ha llevado a la CONADU Histórica a tomar medidas de fuerza. «Con sueldos por debajo de la línea de pobreza, se hace insostenible la continuidad de las funciones esenciales en nuestras universidades», señalaron desde el sindicato.

El desfinanciamiento de la educación superior no es un hecho aislado. Desde la CONADU Histórica también advierten sobre las consecuencias del nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, cuyos condicionamientos implican reformas laborales y jubilatorias regresivas, además de una profundización del ajuste sobre el Estado.

El paro convocado por la CONADU Histórica promete tener fuerte repercusión en las casas de estudio de todo el país, con clases suspendidas, actos públicos y actividades de visibilización en defensa de la universidad pública. La medida de fuerza busca generar un amplio respaldo de la comunidad universitaria y la sociedad en general.

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