CONÉCTATE CON NOSOTROS

Luego que el Presidente convalidara la pauta salarial del 45%, el gobierno tiene decidido adelantar la revisión de la paritaria de la Administración Pública Nacional que había acordado en mayo una suba del 35% con los gremios estatales y ha quedado atrasada por las proyecciones inflacionarias para este año.

Según se pudo averiguar en Jefatura de Gabinete, en la Secretaría de Empleo se hicieron eco del reclamo de los sindicatos –el que primero puso el tema en agenda fue ATE- y ya hay conversaciones con los jefes gremiales para coordinar la reunión de revisión paritaria que se desarrollaría “entre agosto y septiembre próximo”. La fecha original había sido estipulada en noviembre.

Pero más allá de la escalada inflacionaria del primer cuatrimestre, con alzas del 4% mensual, la firma de entendimientos por parte de organismos estatales como PAMI, Anses y el acuerdo refrendado por Trabajo para trabajadores de casas particulares, en el orden de la nueva pauta del 45%, hicieron más evidente la necesidad de volver a renegociar la paritaria de la APN. La firma “testigo” de Alberto Fernández al entendimiento de La Bancaria con los cámaras del sector, que gatilló un aumento salarial del 45%, terminó de modificar el escenario que el Ejecutivo había planificado en febrero próximo con los ya perimidos acuerdos de precios y salarios.

El último martes había sido ATE quien había reclamado un adelantamiento la revisión que estaba prevista para noviembre “porque es la única manera de garantizar que los salarios superen el nivel inflacionario”.

En este sentido, Hugo “Cachorro” Godoy, titular del gremio, señaló que “aquel acuerdo base del 35% para todos los y las trabajadoras se empezó a mejorar particularmente en los sectoriales más numerosos y estratégicos como el SINEP, el de profesionales de la Salud, con los civiles de las Fuerzas Armadas y lo científico tecnológico. Se está transitando y esperamos que continúe con mejoras que superen ese piso y que nos permitan garantizar el compromiso central que es recuperar los salarios por encima del nivel inflacionario”.

“La paritaria sigue avanzando en niveles por encima de este piso en las distintas sectoriales que se están abordando, entre ellas el PAMI, Anses, sectores de la actividad nuclear y creemos que en este momento debería adelantarse la revisión prevista para noviembre porque lamentablemente los sectores de la especulación, de los formadores de precios, siguen actuando. El Gobierno tiene que cumplir con su compromiso de acordar salarios por encima de la inflación y que se garantice una respuesta acorde a esta situación”, puntualizó Godoy.

Ahora están en marcha las conversaciones para fijar una nueva fecha de encuentro entre los directivos de UPCN y ATE con los funcionarios de Jefatura de Gabinete, como Ana Castellani, que hoy se hizo presente en Casa Rosada. Los gremios piden volver a negociar en julio pero en el Ejecutivo consideran que probablemente las mejoras se negocien entre agosto y septiembre próximo.

Continúe Leyendo

destacada

El FMI exige una reforma laboral: un desafío para el gobierno y los trabajadores

El Gobierno nacional avanza en el diseño e implementación de la reforma laboral, exigida por el Fondo Monetario Internacional (FMI) como condición para el apoyo financiero y político. La reforma busca reducir la informalidad y promover la creación de empleo formal, pero genera debate y resistencia entre los trabajadores y sindicatos.

La reforma laboral es una de las principales exigencias del FMI para Argentina, y el Gobierno busca implementarla antes de abordar otras reformas, como la fiscal y la previsional. La entidad internacional insiste en que la reforma debe «mejorar el clima de inversiones» en Argentina, lo que implica avanzar en la flexibilización de los contratos de trabajo y la reducción de la carga impositiva. Esto significa que los trabajadores tendrán menos protecciones y derechos, y los empresarios podrán contratar y despedir con mayor facilidad.

El Gobierno busca implementar cambios graduales que bajen el costo laboral sin generar una ruptura social o sindical masiva. Sin embargo, esto no es más que un intento de maquillar la realidad: la reforma laboral es un ataque directo a los derechos de los trabajadores y una forma de precarizar aún más el empleo.

La reforma laboral es un tema complejo y controvertido, que genera debate y resistencia entre los trabajadores y sindicatos. La propuesta de flexibilizar los contratos de trabajo y reducir la carga impositiva puede tener un impacto positivo en la creación de empleo formal, pero también puede generar precarización y pérdida de derechos para los trabajadores.

La CGT y otros sindicatos rechazan de plano cualquier reforma que implique pérdida de derechos y exigen un consenso amplio para cualquier cambio. El Gobierno enfrenta el desafío de cumplir con las metas del FMI sin generar estallidos sociales ni confrontaciones sindicales.

Continúe Leyendo

destacada

Más de 5,7 millones de personas trabajan en la informalidad en Argentina

Según un reciente informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), la informalidad laboral alcanzó al 42% de la población ocupada en el cuarto trimestre de 2024. Esto significa que más de 5,7 millones de personas trabajan sin aportes a la Seguridad Social, sin cobertura de salud y con salarios inferiores a los que están registrados.

La informalidad laboral es un problema crónico en el país, y los últimos datos del INDEC lo confirman. En el cuarto trimestre de 2024, el 42% de la población ocupada se encontraba en situación de informalidad, lo que equivale a más de 5,7 millones de personas.

El empleo no formal es particularmente alto en ciertos sectores, como el servicio doméstico, donde el 77% de los trabajadores no están registrados. Los trabajadores por cuenta propia también se ven afectados, con una tasa de informalidad del 62,4%. Los jóvenes menores de 29 años son los más vulnerables, con una tasa de informalidad del 58,7%. Las mujeres también se ven afectadas, con una tasa de informalidad del 43,4%, lo que refleja la persistencia de la brecha de género en el mercado laboral.

El trabajo en negro tiene graves consecuencias para los trabajadores y la sociedad en general. Los trabajadores informales no tienen acceso a la Seguridad Social, lo que significa que no tienen cobertura de salud, jubilación ni protección en caso de accidentes laborales. Además, los salarios de los trabajadores informales suelen ser inferiores a los de los trabajadores formales, lo que perpetúa la pobreza y la desigualdad. La informalidad laboral también limita la capacidad del Estado para invertir en políticas públicas y servicios esenciales, lo que afecta a toda la sociedad.

El trabajo no registrado es un problema complejo que requiere una solución integral. Es fundamental que el Estado tome medidas para reducir la informalidad laboral y garantizar que todos los trabajadores tengan acceso a los mismos derechos y beneficios. Esto puede incluir la implementación de políticas públicas que fomenten la formalización del empleo, como la reducción de cargas impositivas y la simplificación de los trámites administrativos.

Continúe Leyendo

destacada

La Federación de la carne rechazó la propuesta de aumento salarial del 4%

La Federación de la Industria de la Carne rechazó una propuesta de recomposición salarial del 4% para abril, argumentando que la devaluación del salario tras la liberación del cepo cambiario hace que el aumento sea insuficiente. El gremio conducido por Alberto Fantini consideró que la oferta es incompatible con la nueva realidad económica.

La reunión privada celebrada el 15 de abril entre la Federación de la Industria de la Carne y el Centro de Empresas Procesadoras Avícolas –CEPA- no llegó a un acuerdo sobre la recomposición salarial para abril. El ofrecimiento de un aumento del 4% fue considerado insuficiente por el gremio, que argumentó que la devaluación del salario tras la liberación del cepo hace que el aumento no sea suficiente para cubrir las necesidades de los trabajadores.

La crítica sindical se da en un contexto de cambios abruptos en la política cambiaria del país. Tras el acuerdo con el FMI y la liberación del cepo cambiario, el Gobierno implementó un nuevo régimen de tipo de cambio flotante, que llevó el dólar oficial a oscilar alrededor de los 1.230 pesos, provocando una devaluación del 12% en un solo día. Esta medida, aunque celebrada por algunos sectores empresarios, encareció fuertemente el costo de vida para los trabajadores.

El rechazo a la oferta de recomposición salarial por parte de la Federación de la Carne puede tener consecuencias importantes para los empleados del sector. Si no se llega a un acuerdo, es posible que se produzcan conflictos laborales y paros en las plantas procesadoras de carne. Además, la devaluación del salario puede tener un impacto negativo en la economía en general, ya que los trabajadores tendrán menos poder adquisitivo y podrán consumir menos bienes y servicios.

Continúe Leyendo

Tendencias